El pensamiento político es concebido por Antileo como una construcción intelectual colectiva, el que es seguido a partir de las diversas escrituras surgidas desde los movimientos mapuche y aymara. En su análisis muestra tres cuestiones que asoman como fundamentales: que ese pensamiento político constituyen un espacio heterogéneo de posiciones y posibilidades interpretativas; que se trata de un espacio dinámico, en construcción permanente y no libre de tensiones y que son construcciones autónomas que se erigen sobre el sedimento de luchas anteriores en cada uno de los contextos (Chile y Bolivia). El resultado es la elaboración de un mapa político y diverso pero en el que es posible distinguir contornos históricos, sociales y culturales que lo habilitan para hablar de pensamiento político indígena.
Lo que e lector y la lectora tienen entre sus manos es el resultado de una investigación exhaustiva que, además de expandir las fronteras del conocimiento en distintos campos de estudio, se incorpora por derecho propio en esta genealogía de pensamiento político indígena surgido desde las resistencias colectivas. Más importante aún es que en estos tiempos aciagos de represión, criminalización y muerte, Antileo muestra y sostiene que la construcción intelectual, individual y colectiva, pero fundamentalmente la colectiva, continúa siendo una trinchera necesaria.
Claudia Zapata Silva