Autor(es)
Editorial
Hablar de geografía sagrada es referirnos a los vínculos entre sujeto y territorio, en que se demarcan lugares como zonas especiales, como fuentes de poder, a través de un conjunto de rituales que nos indican ciclos del cosmos y de la tierra, como las fases solares, lunares y agrícolas, a ser celebradas como un mecanismo de retribución. Es por ello que desde esta lógica todo territorio da cuenta de un universo de entidades sagradas. Este texto busca caracterizar los significados culturales asignados a cerros y huecas del valle central, específicamente de la región Metropolitana, que configuran una geografía sagrada, desde la cosmovisión andina, considerando los casos de cerro Blanco, Chena y Santa Lucía, identificando huecas en la ciudad, además de analizar los usos actuales de estos espacios sagrados por parte de colectividades indígenas y mestizas, de danza y música andina, a través del ámbito ritual y festivo.