En los imaginarios urbanos analizados en este libro, la ciudad es un espacio ajeno que motiva la legitimación de la cultura mapuche en un acto de resistencia.
Se engendran así nuevas articulaciones de la identidad a partir de: el país de la memoria entre lo propio ancestral y la cultura chilena (Elicura Chihuailaf), el retorno a una cosmovisión mapuche (Leonel Lienlaf) y la denuncia de la degradación en la periferia urbana de la nación neo-liberal (David Aniñir). Por otra parte, se dan también importantes apropiaciones del espacio urbano desde una perspectiva intercultural (Juan Paulo Huirimilla, Graciela Huinao, Eliana Pulquillanca). La fluidez de la noción de “lo mapuche” elaborada en estos textos contradice la fijeza dogmática de los estereotipos en una nación hegemónica que ha subordinado al pueblo mapuche a través de los mecanismos de un colonialismo interno.